EL CONFLICTO DE LOS PROGENITORES Y LOS NIÑOS
A menudo los niños se quedan atrapados en medio de las peleas de sus padres cuando estos se divorcian. En secreto desean que todo pudiera desaparecer. En cambio, desarrollan mecanismos para hacer frente a ese conflicto. A medida que el tiempo avanza, los niños son testigos de ese odio silencioso que se entremezcla, de tanto en tanto, con las palabras de desprecio. No sólo no están preparados para defenderse de la ira de sus progenitores, sino que se les está privando de poder aprender a tener relaciones exitosas futuras.
En poco tiempo, los niños se convierten en piezas, en peones de ajedrez, de las negociaciones de sus progenitores. El daño de estar en medio de todo les acabará provocando problemas.
EL OBJETIVO DE TODO DIVORCIO: LOS NIÑOS
Pese a esas emociones intensas, a veces ingobernables, no hay que perder de vista a quienes más importan: los hijos. Las parejas divorciadas, a menudo, se sienten tan atrapadas en sus propias emociones que pueden perder de vista el interés de sus hijos, lo cual es un principio fundamental. El divorcio puede ser una montaña rusa emocional. Unos días todo está bien y al siguiente no tienes fuerzas para nada. Esos sentimientos de cólera conducen a una comunicación basada en la culpa y en el ataque personal. El primer paso hacia la resolución del conflicto es saber alejarse del mismo (psicólogos, mediadores y demás especialistas con los que Argudo Advocats colaboran), pueden ser de gran ayuda.
Por naturaleza, los niños son resistentes, es decir, aprenden a lidiar con la mayoría de las situaciones si tienen buenos modelos a seguir. Cuando los progenitores están dispuestos a comunicarse e interrelacionarse de una manera positiva, los hijos se beneficiarán y aprenderán esas habilidades por ellos mismos. Sin embargo, cuando los niños se convierten en piezas con las que los progenitores juegan, aprenden esas habilidades negativas de enfrentamiento. Combatir el estrés inherente al divorcio (menos tiempo de con el menor, inestabilidad financiera, vivir en dos hogares, ver que un progenitor se traslada…) mientras su padre y su madre se pelean, delante o a través de ellos, es perjudicial para los mismos.
CONSECUENCIAS DE INMISCUIR A LOS NIÑOS
Los siguientes son algunos comportamientos negativos que pueden aparecer en los niños cuando se los inmiscuye en el conflicto:
- ANSIEDAD
La ansiedad puede surgir cuando los niños no saben qué esperar de mamá o papá, saber lo que les enfada, o cuando son testigos de esas actitudes o comportamientos pasivos-agresivos. Los niños con ansiedad pueden exhibir un exceso de cólera, preocupación, tristeza, enfrentamiento, relaciones problemáticas o un rendimiento escolar deficiente. Los niños que están atrapados en ese fuego cruzado “se saltan” la fase de su desarrollo en el que aprenden la bondad, la comprensión y la amistad. En cambio, tienen problemas de autoestima.
- DISTANCIAMIENTO
El distanciamiento se refiere al rechazo de un niño por su padre o madre. Cuando los niños se sienten maltratados, usados o ignorados, pueden negarse a tener una relación con ese progenitor. La alienación de los progenitores ocurre cuando este es difamado, hasta que el niño se niega o pierde el contacto. Cuando esto sucede, no sólo el matrimonio fracasa, sino que también lo hace la familia.
- CONFLICTO DE LEALTADES
Estos pueden surgir después de años de que se les pida decantarse por uno de sus progenitores. Esto va en contra de la inclinación natural del niño de agradar a los dos. El niño se enfrenta a un dilema: haga lo que haga, no arreglará la situación. Muchas veces, se usa a los niños como los mensajeros de los intercambios, de los horarios, de los cambios, etc. No están emocionalmente preparados para negociar acuerdos entre sus progenitores, y no importa lo que hagan, que no llegarán a satisfacer a ninguno de los dos. Si se los usa y se los inmiscuye, los niños aprenderán a moverse alrededor de esta realidad manipulando y mintiendo.
Lo peor que se puede preguntar a un niño es obligarlo a decantarse por uno de sus progenitores.
CÓMO PREVENIRLO
No obstante lo anterior, divorciarse de forma civilizada y no conflictiva es posible, lo cual revertirá en la salud emocional tanto tuya como de tus hijos:
- CENTRARSE EN EL FUTURO
Hay que dejar el pasado ahí, donde pertenece. El pasado forma parte de tu vida, y necesitas centrarte en tu futuro.
- SÉ HONESTO CONTIGO MISMO
Los matrimonios terminan. Cómo termine tu matrimonio depende de ti. Sé honesto con el papel que jugaste hasta el divorcio. Sé consciente de que necesitas divorciarte bien, tanto por tu bien como para el de tus hijos.
No respondas a los e-mails con cierta carga emocional o que han sido redactados por la otra parte en un momento de rabia. Deja que las situación se calme, utiliza un contenido neutro.
- BUSCAR AYUDA PROFESIONAL
Puedes estar emocionalmente muy metido para pensar claramente acerca de tu futuro y de las necesidades de tus hijos. Un buen despacho de abogado como Argudo Advocats, especializado en la materia y con lo colaboradores adecuados (psicólogos, mediadores, etc), puede ayudarte a identificar tus necesidades e intereses. Todos te guiarán hacia el progreso.
- SÉ TU YO IDEAL
En un divorcio hay muchas distracciones. Trata de no dejarte llevar por los mensajes negativos de terceros. Concéntrate en ser un modelo positivo para tus hijos y déjate ayudar por especialistas.
- MANTENTE CONECTADO
Este puede ser el peor momento para desconectarse de tus obligaciones familiares, laborales o sociales. A pesar de que tu familia está en transición, no está bien cortar los lazos con tu ex, tu familia, tus amigos o la escuela de tus hijos. Necesitas estar conectado y comprometido por el bien de tus hijos. Encuentra y pon en práctica formas positivas de comunicarte y mantenerte al tanto de lo que les pasa y hacen tus hijos, así como de sus necesidades e intereses. No dejes que tus hijos se aprovechen de la situación, y mucho menos te aproveches de tus hijos durante este período de tiempo.
El divorcio es duro (el matrimonio lo es también), pero tu tienes la opción en el cómo lo haces. Con la ayuda de buenos profesionales, puedes divorciarte mejor. Inténtalo por tus hijos. Con la ayuda necesaria, puedes recuperar tu confianza y volver a la vida que quieres.
fuente: http://bit.ly/2gQ7aaz
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